Deportes de equipo
Todos sabemos la importancia que tiene el deporte en el desarrollo de los niños.
Una buena forma de incentivar a los niños a hacer deporte es a través de los deportes en equipo.
Y es que el deporte no sólo es beneficioso fisicamente, sino también psicológicamente, por eso hoy os damos 10 beneficios emocionales que el deporte en equipo aporta a los niños:
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Moderar el egocentrismo: Todos los niños en mayor o menor medida son un poco egocéntricos, pero cuando empiezan a jugar en un equipo de fútbol o baloncesto aprenden a ceder el balón, a trabajar en equipo, en definitiva, a pensar en el beneficio común.
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Tolerancia a la frustración: en la vida no siempre se gana, y esto es una lección que los pequeños irán asimilando poco a poco a través de las derrotas del equipo.
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Práctica, paciencia y persistencia: tres valores fundamentales cuando prácticas deporte en equipo, y por supuesto también en la vida real.
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Aumenta su socialización: los deportes en equipo son una gran ayuda para los niños que son un poco tímidos y les cuesta relacionarse con otros niños.
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Valorar las normas: a veces a los niños les cuesta respetar las normas y ser disciplinados, pero jugando en un equipo deberán aprender a valorar las normas y su importancia para el buen funcionamiento del equipo.
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Humildad: el deporte enseña a los niños valores tan importantes como este. Saber aceptar las derrotas y las victorias desde la humildad: hoy hemos ganado, pero mañana podemos perder.
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Mejora la autoestima: los niños liberan muchas endorfinas practicando deporte. Además, ser valorado por el resto del equipo y sentirse responsable de los logros de este mejora les ayuda a sentirse mucho mejor.
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Favorece el sueño y la relajación: los niños terminan agotados después de los partidos, esto les beneficia a la hora de relajarse y conciliar el sueño.
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Potencia la creación y regularización de hábitos: entrenamientos, pretemporada, partidos…hacen que los niños se acostumbren a tener rutinas en su vida y a respetar y valorar la importancia que tienen.
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Les ayuda a tener responsabilidades: y es que el buen funcionamiento de un equipo es responsabilidad de todos: cada uno debe dar lo mejor de si mismo y por ejemplo evitar las prácticas antideportivas que pueden perjudicar a todo el equipo.
